martes, 1 de enero de 2019

MEMORIAS DECEMBRINAS


viajando por las alturas
Diciembre me gusto pa que te vayas… decía aquella canción de hace muchos pero muchos años; sin embargo ni se fue ni nada, ni modos, en general todo sigue su curso normal, mi infaltable depresión decembrina, las ganas de festejar por los suelos, creo que no hay duda, creo que estoy perdiendo las ganas y el sentido del gusto por la vida y sus diferentes expresiones, creo que sólo ha aumentado en forma gradual, por que cómo que nunca fue para mí algo esencial, eso de la festejada, por más que quiero encontrar fondo y forma a todo esto , de verdad que no puedo no lo encuentro, creo que simplemente no siento nada, tengo mis broncas ¿será eso? ¿El stress? quien sabe, simplemente creo que está aumentando mis niveles de falta de sensibilidad, pero bueno que se le va a hacer, para combatir esta situación, en este mes de diciembre intenté incorporarme a las actividades de los profesores, realmente como siempre como perro en columpio, sin mucho sentido, lo que cabe destacar fue una visita que nos regalaron (y que se agradece) a la hermana república de Puebla, en la cual terminó nuestro festejo.



La onda estuvo de la siguiente manera, el día 21 por la mañana, nos festejaron con un agradable desayuno en la misma escuela en donde estuvo de lujo, muy bien, pudimos desayunar agradablemente diciendo al menos yo (siempre mi ensarta de ocurrencias) y divirtiéndonos, todo transcurriendo de manera normal.

Un poco más tarde abordamos nuestro transporte que nos llevaría a nuestro destino final que era la Ciudad de Puebla, en realidad fue un transporte muy cómodo y adecuado para la cantidad de gente que iba al viaje , las instalaciones muy cómodas y todo en un ambiente muy agradable entre los compañeros, entre administrativos, chefs y profes, y como ustedes saben hubo de todo desde las bebidas espirituosas a base de cebada hasta aquellas de agave que dependiendo de su destilación depende su clase y sus características, muy ricas por cierto.

Una vez que llegamos a la ciudad de Puebla (quiero hacer un paréntesis, porque en realidad siempre mi espíritu de viajero , vago e hippie, me habían llevado a conocer las cosas pero sin planear es decir “ a como me lleve el viento” en ocasiones no te permite conocer tal vez lo más básico pero no por ello lo más importante )  como en realidad era una visita bien guiada, pues hubo un cierto itinerario, la primera parada fue la parte cultural en donde pudimos ver (por falta de tiempo) el planetario, el museo de la evolución, y sobre todo se nos dio  la oportunidad de viajar por el glorioso teleférico, el cual realiza un recorrido de aproximadamente 600 metros , a una buena altura, dándonos una buena vista de toda la ciudad en realidad lo que me gusta mucho de la ciudad de Puebla, es que es un lugar muy limpio, y la verdad se siente muy bien.

Ahí estuvieron tomándose fotos en un espejo espectacular donde te tomas una foto y pareces que estas volando y te detienes en el espacio y tiempo.

Una vez que salimos del recorrido en el teleférico, nos llevaron a un nuevo mundo que la verdad no tenía ni idea de ello, los túneles, ni siquiera tenía idea de que la ciudad estuviera llena de túneles, los cuales en realidad me llamaron mucho la atención pues recorren toda la ciudad creando conexiones entre las diferentes iglesias, en realidad entramos a un túnel que caminamos , la verdad yo sentí que como 50000 km (sólo fue medio kilómetro) muy interesantes ya que al parecer fueron utilizados en el periodo colonial de lo cual cuentan que lo utilizaba la gente pudiente para poder transportar sus bienes sin andarse exponiendo ni a los ladrones ni a los cobradores de impuestos(deberíamos de hacer más túneles en todos lados) la onda es que entramos en una colonia del centro y salimos hasta las faldas de uno de los fuertes de la batalla de Puebla en donde ahora se encuentra un parque muy bonito y junto está el estadio Zaragoza por cierto en donde Queen vino a dar un concierto en los años ochentas, que mala onda que no le fue también y más mala onda por la gente que fue y que no supo disfrutar a uno de los mejores grupos de la historia , pero en fin, por cierto salí en calidad de pez fuera del agua tomando aire a bocanadas.

Para esto el sol estaba a punto de ocultarse, sin duda un buen viaje, muy interesante, de ahí al restaurant a degustar un rico y nutritivo buffet, el cual nos dio la oportunidad de probar el típico mole poblano, la verdad muy rico, todo esto en un ambiente de cordialidad y de respeto bajo el espirituoso calor de algunos tequilitas dobles todo muy rico.

Para finalizar el tour por el estado de Puebla, tuvimos un ratito para visitar la gran catedral, que en realidad es monumental y que la verdad impresiona mucho, para incorporarnos al transporte y de ahí  a la villa iluminada de Atlixco que la verdad pensé estaba más cerca , pero tardamos un poco en llegar debido al tráfico, al llegar a este bonito lugar todo el centro de la ciudad lucía muy bien iluminado muchos colores, la gente paseando con toda la calma del mundo y disfrutando del paseo, yo por mi parte , me senté en una pequeña banquita y desde ahí vigilé todo el panorama , tuve la fortuna de que una señora que vendía ese delicioso ponche navideño se acercó hasta mi lugar y disfrute dicho ponche como nunca, quiero agradecer el viaje a la Lic. ,Leticia Esquivel  quien amablemente nos deleitó con estas actividades y a mis compañeros por su presencia. Gracias mil

Salud.

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