Hace mucho tiempo, leyendo la
historia de Tin tan, recuerdo y me pongo a pensar ¿de dónde surge lo chistoso? ¿Por
qué somos graciosos? ¿Es natural? ¿La vida nos lleva hacia esos caminos?
Cuentan las malas lenguas que Tin
tan era un niño muy inquieto y muy bromista o como decimos por acá, sin ofender
un desmadre.
Sin embargo como las familias
antiguas, cuentan que la abuelita de Tin tan , de ascendencia Italiana brava como
ella sola , trataba muy mal a Doña Lupita (la mamá de Tin tan) como comúnmente decimos la pendejeaba
constantemente , cosa que a Germán no le gustaba y le preocupaba, y como comúnmente
decimos lo ponían entre la espada y la pared, y mas bien todos los integrantes de la familia
tuvieron que encontrar como medio de supervivencia el llamar la atención de
alguna u otra forma, es decir se tenían que
poner a hacer payasadas para poder
llamar la atención de la abuelita y de esta forma también suavizarle la vida a
su mamá.
Por eso es que “todos los Valdés”,
tenían esa facilidad para poder hacer reír, es decir en la risa encontraron la
forma de poder hacer más llevadera la vida , además claro de la gran capacidad
que tenían para hacer burradas y deformar la realidad, que en ocasiones triste
, claro, pero bueno como sabemos eso para nosotros los mexicanos no nos cuesta
mucho trabajo, recordando las palabras de Octavio Paz, “somos u pueblo de
máscaras” y pues tenemos que ponernos la cara de felicidad aunque nos estén llevando
los mismísimos pingos, pero en fin , es interesante descubrir estas etapas de
la vida en las que las situaciones no tan agradables, nos hacen reaccionar de
ciertas maneras y con esto podemos desarrollar nuevas actitudes y por qué no ,
virtudes.
También cuentan que entrar a la
casa de los Valdés simplemente era una forma de conocer la burla en su máxima expresión
, por que se burlaban “de todos” y “de
todo” ya me imagino, como decimos por acá “no se la acababan” jajaja pero ni
modo, así somos los mexicanos, y tenemos que aguantar candela.
Salud
Coria 27/02/2020